lunes, enero 07, 2008

Bizarre

There's nothing you can do that can't be done.

Hace algunos años comencé una pequeña búsqueda mental de lo que me gusta llamar bizarre (bizarro en francés). ¿Y en qué consiste lo bizarre? Lamentablemente ya no tengo la foto, pero un vecino de donde ensayábamos los 96⁰ tenía lo que parecía ser un submarino o un tinaco espacial estacionado en su patio. Es la definición más tangible de bizarre.

Algunos años después me entero de la corriente literaria llamada Bizarro que consiste en algo similar: cosas que no tienen sentido. Un ejemplo es esta lista de libros bizarros, de los cuales los dejo con dos ejemplos:

Harold y el crayón púrpura, por Crocket Johnson (1955). Un pequeño niño comienza a dibujar en las paredes y los pisos con su crayón púrpura (obvio), y la escena cobra vida. Se pierde y se topa con un monstruo espantoso, pero eventualmente encuentra su camino de vuelta a la cama dibujando la luna tal como la ve desde su ventana. Podría ser más bizarro si nunca regresara a casa y permaneciera atrapado en sus dibujos.

Nublado, con probabilidad de albóndigas, por Judi Barret (1978). La gente en la ciudad de Chewanswallow (Masticaytraga) come lo que caiga del cielo—hot-cakes, gelatina, hamburguesas. La nieve es puré de papa, lo que ciertamente me parece razonable. Empero, un día el clima se sale de control y cae demasiada comida. La gente del pueblo escapa y decide que es mejor comprar en el supermercado. Podría ser más bizarro ¡si no fueran tan cobardes como para escapar! Hay muchas posibilidades de argumento con montañas de comida cubriéndolo todo.

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