martes, noviembre 29, 2005

Contactos interestelares

Con los lentes de contacto puedo ver las estrellas. Es una sensación tan grandiosa como mis primeros anteojos, cuando no tenía astigmatismo, a los 12 años. Lo único que me falta es aprender a ponérmelos sin tanto pedo...

viernes, noviembre 25, 2005

Contactos

No, no son los de la pared: en la mañana iré a recoger mis lentes de contacto. Tengo miopía bien leve (1.50 en derecho y 1.25 en izquierdo), y astigmatismo aún más leve (.5 y menos de .1). El problema es que ese astigmatismo tan calabaza es tan poco que la diferencia de los dos ojos es muy poca y cualquier rótulo me resulta muy difícil de leer a más de 2 metros de distancia. A eso súmenle que mis gafas están bien puteadas y bien chuecas, y pues sí veo con ellas de lejos pero no puedo leer ni madres. Los lentes que me probaron allá no tenían el ajuste del astigmatismo y aún así veía mucho más chingón que con las gafas. Hace más de 10 años que noté que tengo la vista rejodida y me emociona pensar que estos serán los lentes más chingones desde los primeros que tuve, cuando no tenía astigmatismo. Tienen la ventaja de que puedo abrazar a mi novia sin mallugarlos, y besarla sin que se empañen, y que puedo comprarme lentes obscuros hiper-fantoches sin tener que llevarlos a graduar (cosa que me da inmensa hueva y por eso no tengo ningunos). La desventaja es que al principio (y supongo que después de traerlos buen rato) cabrean, y además no te puedes dormir con ellos ─ tampoco con las gafas, pero es menos pedo quitarlas y ponerlas. Lo rifado del asunto es que se los pedí a mis padres y me abrieron a la verch ─ mamá dijo “son de puñal” y papá dijo “de por sí traes los ojos irritados, con eso peor” ─, pero conseguí patrocinio por otro lado, mwajajajaja. Ahora debo como mil varucos que no sé cómo voy a pagar... Pero por fin podré mirarme al espejo y saber cómo me veo sin gafas. Ahí luego les platico qué tal...

viernes, noviembre 04, 2005

Smirnoff sucks

Hoy reunión en casa del Rat. Quesque íbamos a ver el video del cervan, pero el Murido ni vino, y él es el único con cámara digital para verlo, doh! Pero eso no nos impidió reunirnos. Vinieron el Nitro y Sandra, y aquí estaba Bu. Juntamos nuestros centavos para unos Camel y un Smirnoff --porque no pude convencerlos de un Tonayán. Estuvimos jugando Uno Stacko, que es como Uno campechaneado con Jenga. Luego llegó el Heckran. Pronto nos dimos cuenta que pasábamos más tiempo jugando que tomando, así que cambiamos de juego, a jugar esa madre en la que se van numerando en una rueda y cada que toca un número que tiene un 7 ó que es múltiplo de 7, en vez de anunciarlo aplaudes y cambia el sentido; el que la caga se chinga un hidalgo. Los que chafiamos en eso nomás fuimos Bu, Sandra y yo, chale. Claro que no podíamos estar sin supervisión de alguien sobrio. Es ahí donde intervino el dado feliz, determinando si el alcohol servido era suficiente o no. Ya hastiado de vodka, acepté y apoyé la moción de traer chelas. Compramos dos six de esas ampolletitas de barril y estuvimos un rato más. Terminamos temprano porque Nitro y Sandra tenían que llegar pronto a su casa, el Heck les dió un ride al metro no-supe-cuál y de ahí llegaron bien, espero que no los hayan calabaceado. De rato llevé a Bu a su casa y me regresé. Yo noté que se me empezaba a subir desde el vodka y nomás me “chiquitié” (no chaquetié) la chela para que a las 10 se me bajara, y sí, a esa hora ya estaba chido. Pero Bu no, oops! Espero que nadie tenga cruda y se la hayan pasado bien. Ah, y la próxima vez compramos Karat (o como se llame), que es un vodka más chido que el Smirnoff... o por lo menos más barato. Yo quisiera un Absolut de vainilla, pero todo se decidirá según el presupuesto, je, je.