miércoles, enero 09, 2008

Al-Sirat's hideout

La vida gira, la vida cambia. La vida es la misma figura n-dimensional que se proyecta en nuestro mundo de {m|m<n} dimensiones. Dicen que es como cuando al círculo y al cuadrado les presentaron a la manzana. Pero suficiente de filosofía de bolsillo, saca las motáforas.

Los sueños, sueños son. A menudo la gente despierta a media noche, agitada por algo que soñó. Yo pocas veces, soy demasiado ecuánime como para preocuparme—y demasiado huevón como para despertarme.

El otro día soñé que iba a una plaza comercial, de esas que tienen estacionamiento enorme. Pero esta tenía la cualidad de que di la vuelta para subir la rampa y acceder al parking. Y ¡oh, sorpresa! Todo el estacionamiento estaba inclinado en un ángulo de unos 50⁰. Sentí vértigo—y eso que yo limpio los vidrios trepado en la corniza.

En cambio un día iba en un microbús. Pero decidí que el chofer no rifaba, entonces iba manejando el microbús. Entonces algo ocurrió que me salí del último puente de Aquiles Serdán antes de llegar al metro homónimo. Y vi, desde la banqueta, cómo se hacía caca el bús.

Y es que en mis sueños soy más chingón que Gokú. Pero Gokú nunca aprendió a manejar...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario