Por eso mejor ni hago tarea

¡Ah, cómo me cabrean las impresoras domésticas! Me refiero a las esas de inyección de tinta todas chafitas, que los cartuchos originales cuestan más caros que la propia impresora. Pues bien, resulta que hasta yo de vez en cuando tengo que hacer alguna tarea de la escuela, y heme ahí toda la noche del lunes en friega con la tarea de ecuaciones diferenciales. Y pues ya como a las 8 am terminé y recordé que la última vez que intenté imprimir algo, la impresora emitió sonidos y la fregada, pero las hojas salieron en blanco; y al saber esto una muy amiga mía me invitó a acudir a su hogar e imprimir ahí mi tarea. Como la hice en LaTeX, un programa no muy común en Windows, decidí exportarlo a PDF, un formato ubícuo. Entonces llego con mi amiga Yaoli, instalo en su computadora la nueva versión del Adobe Reader, abro mis PDFs y todo se ve bien. Lo mando a imprimir y ¡oh, catástrofe! Salen las hojas con las letras impresas pero los números no. ¿¡Qué chingaos!? Sospecho que Adobe intenta sabotear los usos de PDF que no les dejan dinero, ya ni la chingan. Pero bueno, volví a casa y por fin mi impresora estuvo de buenas y se dignó a imprimir mi tarea. Era menos pedo hacerla a mano, la verdad, ¡pero me da muchísima hueva escribir a mano! Y bueno, ya qué. Iba a rollear más pero ya me dió weba x_x